Escapando a mi mundo…

Y porque no iba yo a meterme en mi burbuja, cuantas veces no lo hice… simplemente hay momentos en los que quiero estar solo con mis pensamientos, mis pensamientos autodestructivos en los que me sobra el mundo entero, mis pensamientos en los que me encuentro.

Todo lo que quiero es un poco de silencio, silencio en mi cabeza, llámalo paz… hoy me duele la espalda de pasarme el día entero durmiendo, me acosté de madrugada y me desperté a las 9 de la noche, la gracia es que seguramente cenare y me volveré a dormir, no es que necesite descansar, es que estoy cansado de todo… de todo, de todos, yo que sé...

Solo quiero silencio, cuanto asco por todo… me largo por el horizonte y escapo a mi mundo.

Como hámster que gira en una rueda sin fin.

Sí, somos como hámsteres que giran en una gran rueda y no paran de dar vueltas, siempre obcecados en el frente, cuando tenemos la salida justo al lado… ¿Que a que me refiero? Pues me refiero a que a veces no nos conformamos con lo que tenemos, siempre queremos más y más hasta abarcarlo todo… nos mueve el egoísmo, vivimos en un mundo en el cual si no pisas al de al lado y no eres el mayor HDP te quedas tirado. Es triste, pero mejor aceptarlo.

¿Que porque damos vueltas? Eso es bien sencillo amig@, veras… lo que nos mueve es la esperanza casi utópica de cambiar nuestro “destino/vida/situación” o como lo quieras llamar. Sin esperanza no existiría el mundo que hemos inventado, sigue diciendo que tú no eres el malo, que tú no puedes hacer nada para cambiarlo, haces lo mismo que el hámster sigues caminando sin detenerte a mirar hacia el lado.

Esta reflexión tan extraña no es ni más ni menos que una crítica al egoísmo profundo de la sociedad en la que vivimos, yo no soy más que otro hámster en esa rueda, no te confundas, no soy un hipócrita, pero con pequeños guiños hacia los lados de esa rueda, entre todos podemos lograr grandes cosas.